La emérita continúa disfrutando de sus días de asueto en Palma de Mallorca. El pasado domingo, disfrutó de una jornada de compras en el centro de la capital junto al doctor Jean Henri Fruchaud y su esposa, la princesa Tatiana Radziwill, con los que mantiene amistad desde hace décadas. Las señoras, con ventiladores portátiles colgados al cuello, recorrieron las diferentes plantas de unos grandes almacenes.
El primer objetivo de doña Sofía y su amiga fue la sección de cosmética y perfumería, donde se interesaron por varios productos. Después ojearon las novedades de calzado y también las literarias en la sección de librería, según explica Monarquía Confidencial. La emérita, vestida con blusón de estampado floral, pantalón verde fluido y sandalias, estaba protegida por un discreto servicio de escolta que se mantuvo a buena distancia de la reina.
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A la salida del establecimiento, la esposa de don Juan Carlos fue reconocida por los turistas y lugareños, que la saludaron con cariño. Ella, encantada, les devolvió una espléndida sonrisa.
Es la primera salida de doña Sofía desde que su hijo, el rey Felipe, doña Letizia y las niñas abandonaran Mallorca tras su estancia oficial. Con ellos, la emérita disfrutó de dos salidas: la primera para cenar con todos en el restaurante Ola de Mar, incluida su hermana, doña Irene; y la segunda junto a su nuera y sus dos nietas a un restaurante de la Llonja.
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