Kate Middleton se convirtió este domingo en una de las grandes protagonistas del torneo de Wimbledon, que enfrentó en su gran final a Novak Djokovic contra el australiano Nick Kyrgios.

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El serbio, actual número tres del mundo en el ranking de la ATP, derrotó a su rival y la duquesa de Cambridge, que vio el partido con Guillermo de Inglaterra y su primogénito, George, en la grada, le entregó el trofeo.

La nuera del príncipe Carlos, que este sábado también le entregó el premio a la campeona de la categoría femenina, la rusa Elena Rybakina, volvió a deslumbrar este domingo con su estilismo. En esta ocasión, Kate estrenó un vestido azul marino con estampado de lunares blancos, fiel a su estilo y de una de sus diseñadoras de confianza, Alessandra Rich. 

El diseño tiene manga corta abullonada, escote de pico con volantes, silueta péplum, falda de estilo midi y una discreta abotonadura frontal dorada. Completó el look con unos salones altos de color blanco con punta de color negro.

Cabe destacar que, en este torneo, precisamente en el partido de cuartos del serbio, ya recicló otro vestido de lunares de la modista británica. 

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Entre acto y acto, los duques van preparando su mudanza a Windsor. Dejarán su cuartel general de Kensignton Palace de Londres para mudarse a Adelaida, la casa de campo de Windsor, según publicó Daily Mirror. La vivienda que han elegido está solo a diez minutos del castillo donde la reina ha fijado su residencia y es la casa que mejor se adapta a las necesidades de los duques, ya que cuenta con cuatro habitaciones. La búsqueda del colegio para sus hijos se ha convertido en un objetivo prioritario para ellos.

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