Casas Reales

La exjequesa de Qatar sufrió un robo millonario en su casa semanas antes de su muerte y no lo denunció a la policía

La jet set de Marbella sigue consternada por la repentina muerte de Kasia Gallanio, ex princesa de Qatar que fue hallada muerta en su casa marbellí a los 46 años. Atravesaba una grave depresión y las primeras hipótesis apuntaron a una sobredosis de drogas, quizás voluntaria, pero este miércoles ha trascendido que la policía que investiga el caso no ha descartado ninguna hipótesis: ¿pudo ser asesinada?

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Son varios los amigos de la exjequesa que afirman que nada hacía presagiar un final tan trágico y, sobre todo, voluntario: "Era encantadora y tenía muchas ganas de vivir", ha dicho el cantante Juan Peña, que la conoció hace años en uno de sus conciertos. "Me ha impactado muchísimo su fallecimiento. Era extremadamente educada y sobre todo nos impactó su belleza", ha recordado. "Era muy cercana, cariñosa, amante de los animales... La recuerdo bailando en el Marbella Club, es una pérdida muy grande, sobre todo tan joven".

Este miércoles, además, han trascendido nuevas informaciones que apoyarían la tesis de una muerte no voluntaria: la exjequesa había sufrido un importante robo unas semanas antes de su muerte. Los ladrones accedieron a su vivienda y sustrajeron una cantidad importante de joyas de Cartier y varios bolsos de Hermés, con un valor superior al millón de euros. Sin embargo, Kasia no denunció el robo en la policía, sino que solicitó la ayuda de Diego, el responsable de una famosa página que denuncia robos en la Costa del Sol, 'Marbella se queja'. "Ofreció una recompensa de 25.000 euros si aparecían sus bolsos, porque tenía un vínculo sentimental con ellos y quería recuperarlos. Me extrañó que no recurriera a la policía, porque era mucho dinero, pero creo que estaba cansada de juicios y abogados por los problemas con su marido", ha dicho en Ya son las ocho.

Kasia Gallanio libraba una batalla legal contra el padre de sus tres hijas por la custodia de las chicas, con las que ni si quiera le permitían hablar. Una de ellas, de hecho, denunció haber sido víctima de "tocamientos inapropiados" por parte de su padre, y su madre se sentía culpable por no haber podido protegerla: "Mi hija dijo en la Corte que su padre la tocó de manera inapropiada. Ella no lo había compartido conmigo, así que solo me sentí culpable por no estar allí y protegerla. Mis dos hijas gemelas querían vivir conmigo y él, como castigo, cortó contacto con ellas. A la pequeña no se le permite hablar conmigo y eso me entristece mucho. Ella recibe muchas cosas materiales de su padre, pero todo es un chantaje. Es muy triste porque extraño a mi hija", confesó entre lágrimas hace solo un mes en el programa Womens World Show.

La princesa y su expareja, Abdelaziz bin Khalifa Al Thani (73), tenían tres hijas, Sheikha Malak, Sheika Yasmin y Sheikha Reem. Tras la separación, las niñas querían estar con su madre, pero él no lo permitió. Su relación se tensó hasta el punto que las echó de la mansión parisina en la que vivían y las alojó en "hoteles modestos y alojamientos de corta duración". "Le gusta controlarme a través de las niñas, pero eso solo las lastima a ellas. Yo no quiero dinero, solo compasión para las niñas y libertad para mí. Lo importante para mí es poder caminar, poder salir, poder hacer las cosas que quiero, en lugar de estar aislada".

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