Parece otra mujer. Lejos de la imagen de la derrota y del desamor, de aquella infanta que vimos correr por los pasillos del aeropuerto de Suiza huyendo de los fotógrafos, Cristina ha resurgido. Ocupa esta semana portadas en dos revistas y en las dos sonríe contenta, relajada y tranquila. Es la nueva infanta.
Cristina mira hacia adelante. Su matrimonio ha quedado atrás. La tormenta mediática que supuso la fotografía de su marido, Iñaki Urdangarin, paseando de la mano con su compañera de trabajo Ainhoa Armentia en una playa desierta de Bidart también ha quedado atrás. La hija de los reyes eméritos recompone su vida con el apoyo de su familia y de sus amigos. Sus padres siempre serán su gran soporte y sus hijos (Juan, Pablo, Miguel e Irene) son su vida.
Esta semana dos revistas publican en sus portadas fotos de Cristina en Madrid. Parece una mujer renovada, que ha comenzado otra etapa vital. Está contenta, sonríe y disfruta del momento. En Semana, comparte una imagen con su amigo Antonio Resines, mientras abandonaban la casa del abogado Antonio Camuñas y su esposa, María Escudero, donde celebraron un cumpleaños. Ambos salen de la casa acompañados por la esposa del querido actor, Ana Pérez-Lorente. "Me whatsapeo con las infantas porque son amigas de mi mujer", aseguró en una ocasión Resines en la Cadena Ser.

También en la capital, la hermana de Felipe VI aparece disfrutando de un evento en homenaje a los atletas olímpicos que representaron a España en las Olimpiadas de 1988. La infanta, con un look en color rosa pastel y gafas de sol XXL, se muestra feliz de formar parte del acto, según se lee en Hola. Además, Cristina asistió al 80º cumpleaños de Irene, la tía Pecu, como apodan los suyos cariñosamente a la hermana de doña Sofía en alusión a que es muy peculiar. Días antes, señala la publicación que Cristina pasó por Barcelona, sede de la Fundación La Caixa, donde trabaja.

Sobre el proceso de divorcio, hace un mes la hija de los eméritos y el ex jugador de balonmano comenzaron con los trámites y firmaron la disolución de las capitulaciones matrimoniales, avanzó Semana. Se trata de un contrato que firma el matrimonio, que sirve para regular lo que aporta cada uno ellos y cómo se van a repartir los gastos. En caso de divorcio, también sirve para definir cómo se van a dividir el patrimonio, con el fin de evitar conflictos. Al parecer, los ex duques de Palma firmaron este acuerdo de disolución el pasado 23 de marzo en Ginebra, durante uno de los viajes del ex jugador de balonmano a Suiza, deslizó la revista.