La presión ejercida sobre la reina por parte de sus herederos, el príncipe Carlos y su hijo Guillermo, ha dado sus frutos. Los dos primeros en la línea de sucesión se opusieron fervientemente a los deseos de Isabel II y, finalmente, ni su hijo Andrés ni su nieto Harry la acompañarán en el balcón del Palacio de Buckingham para inaugurar las celebraciones del Jubileo de Platino de la monarca, que cumple 70 años en el trono británico.
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Una fuente de palacio ha confirmado este viernes a la BBC que el próximo 2 de junio, la monarca estará acompañada tan solo por aquellos miembros de la familia real que aún ejercen sus responsabilidades institucionales y acuden a los actos en nombre de la reina. Eso, por supuesto, deja fuera al príncipe Harry, que renunció a su status hace dos años tras el famoso Megxit y que todavía no ha confirmado su asistencia; y también a su tío, el príncipe Andrés, despojado de todos sus títulos tras el escándalo de su amistad con el pedófilo Epstein y sus presuntos abusos sexuales a una menor de edad, con la que llegó a un acuerdo económico para evitar un juicio.

Estarán, por tanto, el príncipe Carlos y su esposa, Camila; el príncipe Guillermo con Kate Middleton y sus tres hijos; la princesa Ana y el príncipe Eduardo con su mujer, Sophie de Wessex.

La reina, que cumplió los 96 años el pasado 21 de abril, se encuentra delicada de salud, por lo que todavía no están confirmados todos los actos a los que podrá acudir y a cuáles deberá renunciar por el bien de su descanso. Isabel II superó el covid el pasado mes de marzo y aunque sus síntomas fueron leves, la enfermedad la dejó exhausta.
