La imagen de la reina Isabel II caminando por el pasillo central de la Abadía de Westminster junto a su hijo Andrés ha quedado en la retina de la opinión pública. Después de esta cuestionada escena, el pasado 29 de marzo, The Telegraph saca a la luz un nuevo escándalo que salpica al duque de York.
La manera que escogió la reina de mandar al mundo su mensaje de acercamiento y de aceptación, incluso de perdón al duque fue caminando de su brazo en su primer acto público después de seis meses. Fue además la escena más comentada del funeral de Felipe de Edimburgo. La imagen despertó, además, una discrepancia enorme en el seno de los Windsor, ya que Andrés, con ese gesto, sustituyó a Carlos, quien por su condición de heredero debería haber asumido ese papel protagonista.
Ahora el diario británico señala al duque de York como responsable de haber aceptado dinero de dudosa procedencia, que podría venir de la mano del ex banquero Selman Turk. Según el rotativo, el ex banquero habría hecho de enlace entre el hijo de Isabel II y la millonaria turca Nevahat Isbilen, cuyo marido es preso político en Turquía, para que este gestionara la documentación necesaria para salir del país. Nevahat Isbilen habría pagado a cambio 800.000 euros. Este dinero nunca ha sido devuelto. El ex marido de Sarah Ferguson no se ha pronunciado al respecto.