El príncipe Harry decidió emprender acciones legales contra el Gobierno británico por haber eliminado su seguridad policial en el Reino Unido hace un mes. El nieto de la reina Isabel II quiere "regresar a su hogar" con Meghan y sus dos hijos, Archie, de dos años, y Lilibet, de ocho meses, pero considera que es demasiado peligroso para la familia hacerlo sin seguridad.
Según The Mail On Sunday, el marido de Meghan Markle nunca quiso que se hiciera pública su batalla legal contra el gobierno de su país. Los papeles del Tribunal Superior muestran que el Duque de Sussex solicitó una orden de confidencialidad de gran alcance sobre documentos y declaraciones de testigos en torno al caso.
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Pero el Ministerio del Interior abogó por la transparencia diciendo que "debe haber una razón suficientemente buena, en el interés público más amplio, para justificar la desviación de la justicia abierta que implica tal orden". Posteriormente, las partes acordaron que algunos documentos se harían públicos y el Ministerio del Interior acordaría llevar a cabo un "ejercicio de confidencialidad" para determinar qué se mantendría en secreto, a pesar de que causó "un gasto de tiempo y recursos sin precedentes".
Los documentos presentados en el Tribunal Superior la semana pasada no contienen ninguna oferta de pago del príncipe ante el Ministerio del Interior, lo que sugiere que el hermano del príncipe Guillermo esperaba que los contribuyentes británicos cubrieran su seguridad.
"Las revelaciones son una refutación aplastante a la declaración pública inicial de Harry que aseguraba que siempre había estado dispuesto a pagar la factura", explica el medio británico. El experto en 'royals', David McClure, comentó en Twitter: "Una vez más confusión sobre la precisión de los mensajes que salen del campamento de Sussex. Primero, Harry se ofrece a pagar; luego, cuando visita el Reino Unido, no lo hace".
Harry perdió su protección financiada con dinero público británico al trasladarse a comienzos de 2020 con Meghan Markle a Estados Unidos tras renunciar a formar parte de la familia real. Desde entonces ha regresado a Londres en dos ocasiones: para el funeral de su abuelo, el duque de Edimburgo, en mayo de 2021, y unos meses después, en julio, para la inauguración de la escultura de su madre, la princesa Diana, el día en que hubiera cumplido 60 años.