Mientras la infanta Cristina, junto a su hermana Elena, viajaba a Abu Dabi para ver a su padre, el rey Juan Carlos, su hijo Pablo Urdangarin ha reaparecido este viernes 4 en Barcelona.
Con la templanza y el aplomo que le caracteriza, el jugador de balonmano ha expresado su deseo de una posible reconciliación entre sus padres: "Yo creo que sí, sería lo normal". Esta esperanza del joven deportista apoya la tesis de Mario Pascual Vives, abogado y amigo del ex duque, que hace unos días en la RAC1 negaba la ruptura del matrimonio: "Es un impass, es un tema que han acordado ellos dos. No es un cese, ni separación ni divorcio, sino un tiempo que ellos se dan, cada uno reflexionará y sentirá".
Cuando le han preguntado por su familia unida, Pablo, con su tono pausado y tranquilo, ha respondido: "Sí, ojalá, me gustaría verla". Sobre el posible viaje de Cristina a Barcelona, procedente de Abu Dabi, el jugador de balonmano ha deslizado un "no sé, no tengo ni idea".

Hace solo unos días saltaba a los medios la imagen de la infanta Cristina caminando por una céntrica calle de Ginebra, el pasado día 24. Una fotografía que transmitía soledad y abatimiento. Fue su primera imagen, difundida por Ya son las 8, desde que estallara el huracán mediático por el romance de su marido, Iñaki, con su compañera de trabajo Ainhoa Armentia.

Frente a las voces que sostienen que Cristina, por amor, puede con todo, están los que opinan que la decisión de la ruptura ya está tomada y que ya hay una hoja de ruta para la separación del matrimonio.