La Reina de Inglaterra se enfrenta a su peor año. A pocos meses de cumplir 96, Isabel II comienza un 2022 con un lastre que pesa como una losa: su hijo Andrés está acorralado por la Justicia. La condena de la 'madame' Ghislaine Maxwell por tráfico sexual de menores para su amante pedófilo Epstein sitúa a Andrés en una posición muy comprometida. Buckingham planea un cortafuegos.
Isabel II dijo adiós a un 2021 de duelo por la pérdida de Felipe de Edimburgo, su compañero de vida durante 73 años. Siete décadas largas de matrimonio que se unen también a siete décadas como Monarca. La Reina cumple el próximo 6 de febrero 70 años en el Trono. Un 2022 recién estrenado que pesa como una losa sobre esta mujer "increiblemente estoica" (fueron las palabras que empleó su hijo Andrés en Sky News tras la muerte de su padre, el pasado abril). Y es precisamente Andrés, el hijo favorito de la Soberana, el que ha causado el mayor escándalo en el Palacio de Buckingham por su amistad siniestra con el fallecido pedófilo millonario Jeffrey Epstein y con su amante, la 'conseguidora' Ghislaine Maxwell.
Todo apunta a que, en un intento de rebajar su condena, la socialité británica Maxwell colabore con la justicia y pueda sacar a la luz el nombre del príncipe Andrés en el caso de tráfico sexual de menores del magnate Epstein. Maxwell, condenada a 60 años de prisión, podría comenzar a revelar nombres implicados o conectados en esa oscura trama de abuso sexual a niñas.

Según Sunday Times, desde Buckingham se estudia la posibilidad de que el hijo menor de la Reina deje de usar el título de duque de York si pierde la demanda que ha presentado en su contra Virginia Giuffre, una mujer que asegura haber sido víctima de abusos sexuales por parte de Andrés cuando era una joven de 17 años. Virginia declaró que el duque bailó con ella, abusó de ella y puntualizó que estaba muy sudado.
Los abogados que defienden al hijo de la Soberana se centran en desmontar este argumento, demostrando que su defendido tiene incapacidad para sudar. De hecho, fue el propio príncipe el que puntualizó en la ya famosa entrevista a la BBC que no suda nunca por una afección que le impide transpirar. Sea cual sea el devenir de este proceso, el daño contra su propia imagen y reputación parece irreparable. Además de dejar de emplear el título de York, desde palacio también se estudia la posibilidad de enviar a Andrés a un exilio interno, desvinculándolo con fundaciones y organizaciones benéficas. En la foto inferior, el príncipe y su amigo millonario pedófilo Jeffrey Epstein.
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La imagen pública de Andrés está deteriorada desde que se conoció su amistad con el magnate pedófilo Epstein, fallecido en 2019 en una prisión de Nueva York, y la madame captadora de menores. Esta conexión provocó que la corona le obligara al duque de York a abandonar todas sus funciones públicas.
Pese a ser este frente el más devastador de todos los que tiene la Reina, no es el único. Hace unas semanas se conocía la identidad de quién había sido el miembro de la Casa Real que hizo un comentario racista acerca del color de la piel del pequeño Archie, el hijo de Harry y Meghan. Carlos de Inglaterra. El portavoz del príncipe se apresuró a matizar que en aquellas palabras sobre "el color de la piel" no había un fondo racista. Hasta Guillermo también salió en su defensa hablando de una falta de tacto.
Estos comentarios también dañaron la imagen pública del príncipe de Gales. Una figura cuestionada por los británicos por su falta de conexión con la gente y su carisma apagado, comparado con el magnetismo de su madre de 95. Carlos es el heredero de 73 años que sigue siendo heredero. Hasta incluso por edad, por generación y por imagen, se habla del sorpaso de su hijo Guillermo. El duque de Cambridge, de hecho, lleva en sus genes el carisma social de su madre, Diana de Gales. En la foto inferior, con Kate y sus hijos en el Christmas.

El caso de los comentarios racistas hizo temblar las paredes de Buckingham en 2021. Su origen nos sitúa en la explosiva entrevista que los duques de Sussex concedieron en exclusiva a Oprah Winfrey unas semanas antes del duque de Edimburgo falleciera. En esta intervención televisiva, Meghan marcó las líneas rojas de su Megxit (la salida de los duques de la familia real) y confesó sus pensamientos suicidas: "No quería vivir más. Fue un pensamiento constante y aterrador."

La Reina cumple este 2022 su 70º aniversario en el Trono, el primero sin su marido, y también sopla 96 velas. En su Mensaje de Navidad, vestida de rojo, un color que transmite pasión, energía, vitalidad y resistencia, recordó así a Felipe: "La vida está hecha tanto de despedidas finales como de primeros encuentros". Sus retos son inmensos, sobre todo en la cuestión sucesoria. Es un año decisivo para Isabel II.

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