Tras dos años de pandemia y confinamiento, el Palacio Real ha abierto sus puertas este martes para ofrecer una cena de gala al presidente de la república italiana, Sergio Mattarella. Los anfitriones estaban radiantes, especialmente la reina Letizia, que ha deslumbrado recuperando una de las piezas más impactantes del joyero real: la tiara rusa.
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Doña Letizia ha recogido su pelo en un moño bajo muy elegante que sostenía la pesada tiara, una de las piezas más antiguas del joyero real y que la reina lució por última vez en febrero de 2019. Fue creada por Cartier para la reina María Cristina de Austria en 1879, está inspirada en los tradicionales tocados rusos, los kokoshnick, y realizada en platino, perlas y diamantes.

La ha combinado con el fabuloso collar de chatones, uno de sus favoritos para las grandes ocasiones, y la pulsera a juego con pendientes muy discretos. La reina ha dado absoluto protagonismo a las joyas con un vestido negro, de corte recto y tirantes anchos (firmado por el diseñador italiano Giorgio Armani, en un guiño a su invitado) engalanado con la banda verde y roja de la Orden al Mérito de la República Italiana, concedida por Mattarella. Lo ha sujetado con un broche de perlas y diamantes que ya estrenó en la Pascual Militar de enero de 2019.


La lista de invitados para honrar al presidente Mattarella, que al ser viudo ha viajado acompañado por su hija Laura, ha sido larga: desde el Consejero Delegado de Mediaset, Paolo Vasile, hasta el alcalde de Madrid, Martínez Almeida, o la ex ministra de Cultura, Ángeles González Sinde. Tras el saludo protocolario, que ha respetado las distancias de seguridad marcadas por el covid y la mascarilla, todos ellos han podido disfrutar de una agradable velada y un menú de altura: changurro sobre yemas de erizo y espuma de coliflor, merluza sobre pilpil de encurtidos y castañas de otoño con vainilla y merengue.


Mattarella, de 80 años, está inmerso en una gira de 'despedida' antes de retirarse oficialmente de la política. Aterrizó en Madrid en la mañana de este martes y será galardonado con el Collar de la Orden de Isabel la Católica, una prueba del aprecio de don Felipe y a propuesta del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. Su hija Laura (abogada de profesión, casada y con tres hijos, que aparcó sus responsabilidades para acompañar a su padre como primera dama al morir su madre) recibirá la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica.
