Felipe VI, la doña Letizia y sus hijas presiden este viernes 22 de octubre los Premios Princesa de Asturias, que vuelven a recuperar cierta normalidad tras la edición atípica anterior. Una cita muy especial, en la que siempre despierta un gran interés el diseño que elige la consorte asturiana. La reina ha estrenado atuendo, como cada año, y ha destacado en el Teatro Campoamor de Oviedo por sus joyas a juego.

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La madre de la heredera al trono ha apostado por el negro con un favorecedor vestido de la firma madrileña The 2nd Skin Co, marca en la que confió por primera vez en 2019 en Oviedo, durante el concierto previo a estos mismos premios. En esta edición y por segundo año consecutivo, tampoco ha confiado en Felipe Varela. 

El diseño es de cuello caja, corte midi y está ceñido a la cintura gracias al cinturón que la consorte ha incorporado. No tiene mangas, estilo gracias al que puede presumir de sus tonificados músculos. Llama especialmente la atención su falda acampanada hasta los tobillos, rematada con lazos voluminosos del mismo tejido. 

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En lo relativo a las joyas, la mujer de Felipe VI tampoco ha defraudado. Ha combinado el aplaudido vestido con los complementos que pertenecieron a la reina Victoria Eugenia. Por un lado, los pendientes montados en garra y de talla orla. No es la primera vez que recurre a ellos. De hecho, en la edición de 2018 ya apostó por este mismo complemento. Los dos brazaletes a juego también pertenecen al lote de joyas que heredó de la mujer de Alfonso XIII, y que se conocen como las pulseras gemelas de Cartier. Como curiosidad, no pudo estrenar ninguno de estos complementos hasta que ascendió al trono, respetando así la tradición de las reinas. 

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