Los alimentos que tienen un alto nivel de coloración son los que, a la larga, hacen que nuestros dientes vayan oscureciéndose. Aunque esta es la norma general, cada diente reacciona de una forma distinta en función del grosor del esmalte y de su propia porosidad. Esto, unido al estilo de vida de cada persona, hace que cada cual podamos tener una mayor o menor coloración en las piezas.
Así los explica Patricia Bratos, ortodoncista y cofundadora de la Clínica Dental Ferrus & Bratos de Madrid. "Teniendo en cuenta estas consideraciones, sí que existen alimentos que contribuyen en mayor medida a la tinción de los dientes, especialmente si los consumimos de forma frecuente en la dieta habitual", avanza la experta.
Alimentos que tiñen los dientes
Entre los alimentos que tiñen los dientes, los más destacados -y que consumimos habitualmente- son: vino, té, café, espinacas, frutos rojos (cerezas, uvas negras, frambuesas, fresas...), refrescos, vinagre de Módena, chocolate, remolacha, salsas (de soja, con curry...), azafrán, tinta de calamar, etc.
Según explica Bratos, esto no significa que no se puedan comer este tipo de alimentos. Simplemente, es aconsejable lavarse los dientes tras ingerirlos para evitar que los dientes se vayan volviendo más oscuros.
Nuestro estilo de vida tiene un papel relevante en la tinción de nuestra sonrisa. Y es que, si no nos lavamos los dientes de forma habitual, el acúmulo de sarro hará que tengan un aspecto más amarillento. Por todo ello, "es aconsejable seguir unas adecuadas rutinas de higiene y no abusar de los alimentos con una alta coloración".
Además, siempre existen alternativas puntuales. En caso de no tener acceso a la higiene dental, por estar comiendo fuera de casa, por ejemplo, resulta muy útil hacer enjuagues con agua o masticar chicles con xilitol. "Con ello, estimulamos la secreción salival para que los restos de comida no se adhieran a la superficie dentaria", añade la ortodoncista.
Otro aspecto a tener en cuenta respecto a los alimentos con alta coloración es que conviene evitarlos si estamos en mitad de un tratamiento blanqueante. Con este proceso, es posible aclarar varios tonos el blanco de las piezas y, hasta que finalice, es preferible evitar su ingesta. De este modo, el paciente obtiene unos resultados óptimos y una sonrisa muy estética.